¡Rojo! Miras a la derecha: ¡ROJO!
A la izquierda: ¡ROJO!
Y siento ganas de sacarme los ojos con las uñas de los pies.
¡¡¡Rojo, rojo, rojo, rojo!!!
Que horror. Ángeles y corazones de cartulina. Ositos de peluche blancos con corazoncitos rojos (aguanto el vomito).
Vitrinas y vitrinas de arreglos florales.
Hasta las coronas fúnebres me hieden a San Valentín.
Ay noooooooooo.
¡YA!
¡BASTA!
¡BASTA, BASTA, BASTA!
Y me grita una vocecita por dentro:
– AY, TU… que amargada estás en estos días, mija.
– ¡¡¡Cállate y no me molestes, que estoy que echo fuego!!!
– Ay Dio! Esta fecha si que te pone de mal humor, mija. E má, ni voy a hablar contigo.