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Archive for 14 de May de 2008

 

 

Dos días y contando.

 

            Ha sido un año bastante largo. Durante este año, República Dominicana ha respirado los colores, los comerciales, las palabras de los partidos políticos, los aspirantes a la presidencia y sus dirigentes.

            Ahora, estamos a sólo 48 horas de las elecciones. ¿Qué espera el pueblo? ¿Habrá un cambio?

 

La campaña.

 

            Mucho se ha dicho durante esta cruzada electoral. En mayor medida sobre las fallas que ha tenido el actual gobierno y sobre los inconvenientes que provocó el gobierno anterior. Se han desempolvado las banderas: rojas, moradas, amarillas, blancas, verdes… en fin, usted elija el color. La gente se ha ligado a la lucha electoral. El pueblo ha dado su apoyo a sus candidatos predilectos.

            Los medios han jugado un rol fundamental – si no el más importante – para la promoción política de los candidatos. Los periódicos, estaciones de radio y canales de televisión han bombardeado durante meses a los dominicanos de manera inclemente.

            Durante dicha campaña, se han elevado diversas acusaciones que van desde la aparición de un militar activo en un spot del partido de gobierno hasta la supuesta imitación del Presidente Fernández, desatando una guerra mediática, lo que ha costado cientos de millones de pesos.

            Dicho sea de paso, no es de sorprender que a la cabeza de dicha guerra mediática se encuentre el actual Presidente de la república, en la que no se puede siquiera respirar sin hallar una publicidad a favor de la reelección. Por este motivo, es difícil dejar de preguntar: ¿Ha usado o no el gobierno los recursos del Estado a favor de su campaña? Y sin embargo, ¿Ha sido este gobierno el único que se ha empapado del dinero del pueblo a su beneficio?

            El tú me dices/yo te digo de los partidos se ha convertido en un Vietnam que tiene lugar dentro de los medios, en el que el lector, televidente o radioescucha se ve envuelto de manera activa o no.

 

El “León” que ruge dos veces.

           

No cabe dudas sobre cuál ha sido el punto fuerte de la promoción del Presidente Fernández: Inyectar en la conciencia del dominicano su visión de una sociedad avanzada, traída de la mano de un hombre visionario, vestido con atavíos morados y aire diplomático.

No es una ecuación nueva o remotamente revolucionaria. Si bien no se le puede restar meritos a las obras progresistas del gobierno – las cuales son muchas y plausibles – , cabe decir que un fragmento de ese progreso es parte de la evolución natural de las naciones.

Fernández se ha promocionado como un presidente futurista y aunado a sus cualidades de abogado brillante y letrado, ha hecho de su candidatura, la más firme de esta campaña.

            Si bien ha manejado la Res Pública de manera prudente, enfrentando la embestida de dos tormentas tropicales, el alto costo de los combustibles y la escalada incesante del precio de los alimentos, cabe notar cómo de la misma forma, se han elevado acusaciones de anomalías, entre ellas el escándalo de la infame nomina CB – acusación que fue negada en un principio y luego justificado por funcionarios y el mismo Presidente Fernández –, las sombras que opacaron el desarrollo del megaproyecto del Metro de Santo Domingo – en la que se señaló el alto costo de su edificación y mantenimiento, así como la construcción acelerada del mismo sin realizar los estudios requeridos – los numerosas inculpaciones sobre la supuesta corrupción de los funcionarios del gobierno.

            Sin embargo, aun enfrentado a estas denuncias, el partido morado se ha mantenido a la cabeza en las encuestas, con niveles que oscilan entre el 51 y el 55 por ciento.

            Entonces, ¿Ha tomado el pueblo una decisión o dicha popularidad es una mera fantasía? ¿Será Fernández reelegido como mandatario de la nación por el siguiente cuatrienio?   

           

El «Presidente de los pobres» bajo la sombra de duda.

 

            Periodistas, políticos y personas comunes han dado por muerta la candidatura de Amable Aristy. Hasta el momento, el postulante del PRSC se ha mantenido en el tercer lugar de las encuestas, sin embargo, ha estado muy por debajo de los aspirantes a la presidencia, Fernández y Vargas.

Aun ante esta penosa situación, Aristy continúa la carrera hacia la presidencia de manera incansable.

Pollos, salamis y efectivo ha sido obsequiado por el candidato reformista para ganar el favor de los más necesitados. Sin embargo, ¿Pueden esos obsequios “mata hambre” hacer que el pueblo se haga de la vista gorda ante la sombra de duda que arrastra el líder del partido colorao.

            Entre las irregularidades están las acusaciones de corrupción en diferentes niveles, la supuesta malversación de fondos y uso de los recursos de la Liga Municipal a favor de su candidatura, la revocación de la Visa Norteamericana por razones no especificadas y las acusaciones de fraude por parte de Eduardo Estrella en el proceso electoral interno del Partido Reformista. Esto, sumando la tan señalada “falta de preparación” para el manejo de la Nación, constituyen algunas de las dificultades que debe sortear el candidato.  

            Entonces, ¿Qué representa Amable Aristy? ¿Puede realizar un buen gobierno? ¿Lo que se ha dicho sobre sus irregularidades son sólo calumnias que se han elevado para alejarlo del poder? ¿Logrará a través del apoyo del pueblo la Presidencia de la República o sus “dudosas” actuaciones pesarán más que las libras de salami que obsequia?

           

¿El cambio para mejorar o la secuela de un gobierno nefasto?

 

            Según las encuestas que se han realizado a nivel nacional, Miguel Vargas goza del segundo puesto en el gusto de los dominicanos, quien hasta el momento, se ha mantenido con alrededor de un 30%, según dichas pesquisas.

            Los señalamientos sobre las irregularidades de Vargas, quien además, es el segundo candidato más publicitado, no se hicieron esperar. Casos como el de Marbella, la compra de inmuebles como el Hotel Hispaniola por un costo menor y posteriormente vendido a un precio mucho mayor y la construcción de una mansión en Casa de Campo al momento de ser Secretario de obras Públicas, hicieron noticia, elevando a si una nube gris que se posó sobre el candidato del partido blanco, que ha hecho que el pueblo frunza el ceño en forma de sospecha.

            Por supuesto, estas alegadas anomalías no constituyen el principal inconveniente que enfrenta Miguel Vargas. República Dominicana aun no se recupera del duro golpe que significó el gobierno de Hipólito Mejía. La vinculación del PPH con el MVP es el mayor estigma que posee el aspirante a la presidencia.

            Las declaraciones de Mejía sobre su apoyo a la candidatura de su compañero de partido, han sacado numerosos esqueletos de armarios que apenas empezaban a cerrarse, entre ellos, la quiebra de bancos, inseguridad social, corrupción, especulación con respecto a la prima del dólar y el costo de los combustibles y la censura de los medios.

            ¿Podrá el MVP superar el fantasma de su predecesor y alcanzar la presidencia? ¿Podrá desligarse en la mente del dominicano el PRD y la candidatura de Vargas del período de gobierno de Hipólito Mejía?  

 

La curita al pie roto y los misceláneos.

 

            Y hasta la fecha, lo único que el pueblo ha hecho es jugar al juego de “poner el menos malo” que, junto con el “es siempre lo mismo”, es el vivir del día a día. Comparar un candidato con el otro, especialmente dentro de los tres partidos mayoritarios, es una práctica ancestral. ¿Cuánto más durará esa práctica? No se sabe. Sin embargo, poco a poco, el pueblo ha ido abriendo los ojos y está mirando otras opciones, especialmente en momentos en los que se hablado tanto de desintegración de los partidos.

            El reemplazar una naranja dañada por otra no funciona. Lo que se necesita realmente es un cambio radical. Buscar alternativas y no dejarse llevar de clientelismo, del “tú me das 500 pesos y te vendo mi cédula”. Es menester cambiar nuestra ideología. No buscar sólo el bien personal, sino el bien común.

            Pero, ¿ha aparecido aquel que puede llevar a cabo esos cambios? Guillermo Moreno, candidato del Movimiento Independencia, Unidad y Cambio – MIUCA – ha aparecido como un digno combatiente. Sin embargo, Moreno no ha contado con siquiera la octava parte del apoyo que tienen los tres partidos mayoritarios, más cuenta con el soporte de muchas personalidades políticas, intelectuales y artísticas del país.

            ¿Es Moreno el candidato que se espera pueda revolucionar la forma de ver la política nacional? Si bien en su propuesta de gobierno, el candidato del MIUCA habla de cambios en la ideología política, aun no cuenta con la suficiente fuerza para lograrlos, pues su propuesta parece quedar opacada en el mar del “lo que está, aun siendo malo… es lo que hay”, de nuestra sociedad.

 

¿Y tú qué me ofreces?

 

            A todo esto, ¿Qué ofrecen los candidatos? La guerra de acusaciones se ha hecho tan intensa que sus promesas han quedado opacadas y prácticamente relevadas a un segundo plano.

            Si bien son siempre las mismas promesas – como resolver el problema energético –, los candidatos parecen haber olvidado esta parte del circo electoral, en la que deben atraer electores a través de la “venta” de quimeras y sueños. Mejorar la calidad de vida del dominicano, acabar con el hambre, educación para todos, reducir los impuestos, combatir la corrupción son algunas de las promesas que elección tras elección se escuchan de los políticos. Más en esta campaña, como ya se señaló con anterioridad, esto ha quedado en un segundo plano, sirviendo como relleno en el plan de ataque del gobierno a la oposición y viceversa.

            El “yo haré”, “se hará”, “prometo” y otras tantas frases cliché han salido pocas veces a la luz, mientras que la parte más necesitada del pueblo espera, con los brazos abiertos, cualquier halo de salvación que pueda aparecer en el horizonte.

            Sólo faltan horas para la celebración de los sufragios. Las banderas se agitan con fuerza. Las voces se elevan cada vez más en medio del calor del Caribe. La gente mira, espera, se prepara. ¿Progreso, Cambio o Erradicación de los pobres? El resultado está únicamente unas pocas horas de conocerse.

 

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