Para llegar a donde voy, lo haré por mis propios méritos.
Para ser quien quiero ser, debo seguir el camino que yo mismo voy forjando.
No olvido las manos tendidas en el proceso de creación de mi ser. Jamás podré.
Y te agradezco que quieras ir allanando el terreno para que pueda caminar.
Nunca te dejaré de agradecer por eso.
Pero, lo que más necesito no es alguien que me haga un sendero.
Necesito alguien que me vea caer y me de ánimos de levantarme.
No necesito alguien que me diga lo que quiero escuchar.
No necesito alguien que me lleve de las manos.
Sé caminar.
Que lo llamen orgullo.
Yo lo llamo mejorar.